Tratamiento para la neumonía | Prevención y posibles soluciones

Tratamiento para la neumonía | Prevención y posibles soluciones

En el hogar se puede tomar medidas que eviten y controlen la enfermedad como dejar de fumar, pues el humo aumenta las probabilidades de deficiencia respiratorias. Evitar el contacto con las personas que tienen infecciones del tracto respiratorio, como resfriados y gripe, evitar el contacto con personas que tienen sarampión, si no tiene las vacunas contra estas enfermedades.

Lavarse las manos con frecuencia. Esto ayuda a prevenir la propagación de virus y bacterias que podrían causar neumonía. Limitar al máximo el consumo de carnes, y consumir la mayor proteína vegetal posible para fortalecer el sistema inmune. Tomar por lo menos 2 litros de líquidos diarios, y utilizar aceite de oliva en las comidas pues actúa como antibiótico natural.

Los médicos recomiendan como  tratamiento básico de la enfermedad es a base de antibióticos lo cual permite tratar la mayoría de los casos eficazmente, sin necesidad de ingreso hospitalario. Basta con administrar antibióticos orales, guardar reposo y aumentar la ingesta de líquidos.

La vacunación anual contra la gripe previene la neumonía causada por ciertos tipos de virus de la gripe, y una sola dosis de otra vacuna protege a las personas contra la neumonía neumocócica.

Las personas que tienen el virus del sida pueden disminuir el riesgo de contraer la neumonía de tipo Pneumocystis carinii tomando medicamentos a diario. La posibilidad de contraer neumonía también se reduce al no fumar o dejar el tabaco, y no beber alcohol en exceso.

A las personas hospitalizadas se les anima a respirar profundamente, pudiendo utilizar un espirómetro de plástico, para determinar su capacidad respiratoria, a fin de evitar que contraiga neumonía. También deben caminar, si es posible, en vez de quedarse en cama. Estas actividades evitan que los pulmones se llenen de flema y de otros líquidos en los cuales se multiplican las bacterias.

Si se quiere, la medicina natural también podría contribuir si se consume ajo, pues tiene propiedades antibióticas contra los virus infiltrados. El ajo estimula el sistema inmunológico, induciendo a bajar la temperatura y regular los procesos respiratorios alterados por una enfermedad. Pueden consumirse dos dientes diarios, con miel y limón disueltos en una vaso con agua tibia, dos veces al día.

Las semillas de sésamo o ajonjolí, ayudan a limpiar los pulmones. Tiene sus raíces en la medicina china para tratar la neumonía. Se pueden tomar 20 gr de la semilla en infusión para una taza, con una pizca de sal marina y un poco de miel para potenciar sus efectos purificadores contra la flema que obstaculiza el paso de aire por los bronquios.

Las inhalaciones de eucalipto y menta contribuyen al alivio de la mucosidad nasal, si se hace por lo menos una vez al día. Se pueden hacer los vapores hasta que el agua esté a temperatura ambiente o hasta que el vapor desaparezca.