La Frontoplastia

La Frontoplastia

Una de las zonas más afectadas por estas arrugas a medida que nos hacemos mayores es la zona de la frente, provocadas por la perdida de elasticidad nuestras líneas de expresión nos dan un aspecto poco juvenil .

Para corregir este tipo de arrugas es posible someterse a una cirugía de rejuvenecimiento de la frente llamada Frontoplastia. Consiste básicamente en el estiramiento de la piel de la frente borrando las arrugas provocadas por la expresión y elevando a su vez las cejas.

La Frontoplastia se realiza haciendo unas incisiones pequeñas en la zona de las orejas y las sienes, a a altura del cuero cabelludo para evitar así que se vea la cicatriz. Se levanta la piel y se estira provocando que se eliminen las arrugas y se produzca la pequeña elevación de las cejas.

En la actualidad la Frontoplastia se realiza a través de endoscopía (a través de una pequeña cámara  que nos indica por dónde se debe proceder a la eliminación de arrugas bajo la piel) ya que esta técnica permite incisiones mucho menores y camuflar mejor los signos de que se ha realizado cirugía estética. Además los resultados son mucho mejores debido a los grandes avances de esta técnica.

Normalmente la cirugía de la frente se realiza ala vez que otros tratamientos de rejuvenecimiento, como parte de un proceso más completo de corrección de las arrugas en el rostro.

La intervención dura entre 1 y 3 horas, y suele aplicarse anestesia local, aunque dependerá de los pacientes porque en algunos casos es conveniente aplicar anestesia general.

Son poco frecuentes los problemas, aunque en algunos casos el paciente puede perder cierta sensibilidad en la zona o movilidad en las cejas. En estos casos conviene corregir el error para evitar el resultado poco natural.

Los resultados de la intervención son visibles durante casi  10 años, pero hay que tener en cuenta que es frecuente que tengamos que volver a realizarla pasados unos años si queremos que nuestro rostro continúe joven y sin arrugas.

Esta intervención se recomienda a partir de los cuarenta años, aunque en algunos casos si los signos de envejecimiento son muy rápidos y prematuros puede realizarse a partir de los 35 años.