Síntomas de la esporotricosis | Detectar la enfermedad

Síntomas de la esporotricosis | Detectar la enfermedad

Una vez infectado por el hongo microscópico Sporothrix schenckii, los síntomas principales que se observan son pequeñas protuberancias (tanto en la piel como en el tejido subcutáneo) de color rojizo, púrpura intenso o rosado, que se abren y se convierten en nódulos o úlceras y que aparecen en las zonas afectadas por esta infección fúngica. Una vez expuestos a la enfermedad, no en todos los casos aparecen de forma inmediata las lesiones, y aunque generalmente las protuberancias cutáneas se desarrollan a las tres semanas, en muchos casos pueden llegar a aparecer hasta tres meses después de la infección.

¿Donde aparecen las lesiones?

Generalmente, estas lesiones aparecen en la cara, pero también es fácil tenerlas en las manos y los antebrazos, ya que son zonas del cuerpo muy expuestas a infectarse con el hongo.

Aunque las lesiones no causan dolor en los pacientes, es completamente necesario tratarse para poder erradicar la enfermedad del organismo, así que el tratamiento es fundamental para retornar a la calidad de vida anterior.

Complicaciones de la esporotricosis

La esporotricosis sistémica puede llegar a provocar graves problemas pulmonares o respiratorios, infecciones agudas de los huesos cercanos a las lesiones, inflamación de las articulaciones e incluso, puede estimular una infección generalizada del sistema nervioso del paciente, empeorando el pronóstico positivo de esta dolencia.

Según en qué formas clínicas evolucione la esporotricosis, los pacientes podrán desarrollar también verrugas, fiebre y un malestar generalizado.

Puede haber complicaciones en la evolución de esta afección cutánea. En estos casos podemos ver que los afectados padecen infecciones secundarias de la piel o meningitis. En estos casos será necesario realizar un tratamiento adecuado para estas complicaciones y el seguimiento de la evolución de la esporotricosis será mucho más exhaustivo.

Esta es una enfermedad que afecta en mayor número al sexo masculino de entre 15 y 35 años, que se dedican a la jardinería, horticultura, caza, minería, pero también se observan cifras muy altas entre niños de entre dos y seis años que juegan en los parques y jardines. Debemos resaltar que los aficionados a la floricultura deberán tener un especial cuidado y prevención a la hora de realizar estos trabajos manuales.