Consejos para aliviar el dolor de garganta

Consejos para aliviar el dolor de garganta

Cuando sufrimos o hemos sufrido dolor de garganta sabemos que se trata de algo muy doloroso y molesto. Generalmente se deba a una variedad de inflamaciones o hinchazones en la laringe, la faringe o amígdalas. El hecho de experimentar dificultad o dolor al tragar los alimentos o incluso a la hora de beber agua es un síntoma común asociado con este molesto e irritante dolor. Además, la faringitis o inflamación de la faringe es una de las formas más comunes de dolor de garganta y es causada generalmente por una infección de virus. Afortunadamente, la mayoría de las gargantas doloridas son causadas por una enfermedad leve y desaparecen sin tratamiento médico específico. Ahora pasemos a ver qué condiciones lo causan:

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¿Cuáles son las causas más frecuentes?

Cuando llega el momento de saber cuáles son las causas que nos llevan a padecer esta dolencia las tenemos que clasificar en tres grandes campos: por infecciones bacterianas, por infecciones virales, y por irritaciones o lesiones.

Infecciones virales

Muchos dolores de garganta son causados por una enfermedad viral como, por ejemplo, el resfriado común. Esta es la causa más habitual de dolor debido a una infección viral. También puede estar ocasionado por una infección de la laringe (o laringitis). En ocasiones, pudiera suceder que lo que padezcamos sea Mononucleosis (o "enfermedad del beso"), lo que se traduce en una infección viral que tiende a causar un dolor de garganta persistente. Menos comunes pero no menos importantes son el resto de infecciones virales tales como paperas, herpes, o la gripe.

Infecciones bacterianas

Una infección bacteriana también puede ser la causa evidente de un dolor de garganta. Esto puede ocurrir por alguna de las siguientes razones entre las cuales destaca la faringitis estreptocócica, que por lo general no suele ocurrir junto a la congestión nasal o la tos. Las infecciones bacterianas también pueden ocasionar una serie de inflamaciones, las cuales conllevan un fuerte dolor. Algunas de ellas son la inflamación o infección de las amígdalas (amigdalitis), inflamación de las adenoides (adenoiditis), inflamación de la epiglotis (epiglotitis) e inflamación de la úvula (uvulitis).

En raras ocasiones, una enfermedad de transmisión sexual (ETS), como la gonorrea o la clamidia producirá en nosotros dolor de garganta. Si hemos tomado parte en comportamientos de alto riesgo sexual sin tomar las debidas precauciones, deberemos considerar si la gonorrea o la clamidia pueden estar haciendo mella en nuestra salud.

Irritaciones o lesiones

Un dolor de garganta que dura más de una semana es a menudo causada por irritaciones o lesiones, tales como alguna de las siguientes:

Puede que la fuente del dolor sea una irritación de la garganta debida a la baja humedad, el tabaquismo, la contaminación del aire, gritar o las secreciones nasales hacia la parte posterior de la garganta (cámara de goteo retronasal). Tengamos en cuenta también que el hecho de respirar por la boca cuando presentemos alergias o congestión nasal facilitará en gran medida la irritación de nuestras gargantas.

Puede ocurrir igualmente que el ácido del estómago se esté acumulando en la garganta, lo que puede significar ser un síntoma claro de la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE). A pesar de que dicha enfermedad se da a conocer a menudo por medio de ardor de estómago, un sabor ácido en la boca, o tos, a veces un dolor de garganta es el único síntoma.

Cuando hablamos de lesiones nos referimos a que a lo mejor se ha producido un corte o una punción al caer sobre o contra un objeto puntiagudo en la zona que nos ocupa provocando una lesión en la parte posterior de la garganta.
Por último, el síndrome de fatiga crónica es como bien sabemos una condición que causa cansancio extremo y que además, facilita la aparición del dolor.

¿Qué podemos hacer para mitigar este dolor?

Por lo general, para el dolor de garganta debemos tener en cuenta que sigue su curso a excepción de las infecciones graves como la faringitis estreptocócica. Aun así, sabemos que podemos tomar una serie de medidas para que desde nuestras propias casas podamos aliviar el dolor o mitigarlo por completo. No olvidemos de todas formas que el tratamiento depende en gran medida de la causa.

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Realizar gárgaras con agua salada, algunos caramelos, o determinado tipo de aerosoles, sin olvidar a las pastillas, pueden proporcionar un alivio temporal del dolor. Evidentemente debemos tener mucha precaución a la hora de darles pastillas o caramelos a los niños pequeños, evitando siempre su uso por el riesgo evidente de asfixia que conlleva.

A lo largo de la historia, tanto los cítricos (el limón sobre todo), como la miel han demostrado ser muy eficaces a la hora de tratar este dolor. Los podemos combinar como queramos, Por ejemplo, podremos prepararnos un sabroso té, para después añadirle el zumo de medio limón y endulzar al gusto utilizando la miel. Por supuesto, debemos evitar por completo la toma de bebidas frías mientras dure el dolor ya que sería totalmente contraproducente.

También, el simple hecho de no tener suficiente humedad a la hora de descansar se traducirá en una causa clara de dolor por lo que instalar un humidificador puede ser muy útil para aliviar los síntomas, especialmente en el dolor de garganta causado por la respiración por la boca y el aire seco.

Algunos medicamentos de venta libre en farmacias sin receta como el paracetamol o el ibuprofeno pueden ayudar a controlar el dolor.

En el caso de los adultos, si su nariz está tapada, se pueden utilizar algunos aerosoles nasales durante dos o tres días, descongestionando y evitando el tener que respirar por la boca. Como estos mismos aerosoles indican, no es bueno utilizarlos durante más de tres días ya que pueden crear dependencia.

Si padecemos algún tipo de problema de salud tal como enfermedades del corazón o presión arterial alta, deberemos consultar a nuestro médico de confianza antes de usar estos productos, a fin de que nos recete el tratamiento adecuado.

Debido a que las enfermedades virales son la causa más común de dolor de garganta, es importante no utilizar antibióticos para tratarlas. Los antibióticos no alteran el curso de las infecciones virales. El uso innecesario de antibióticos nos expone claramente a los riesgos de una reacción alérgica y a los efectos secundarios de los antibióticos, tales como náuseas, vómitos, diarrea, erupciones cutáneas y las infecciones por hongos.

Los antibióticos también pueden matar bacterias beneficiosas para la salud y fomentar el desarrollo de peligrosas bacterias resistentes a los antibióticos.

¿Cómo prevenir el dolor de garganta?

Es importante alejarse en la medida de lo posible de las corrientes de aire frío o cargado con polvo. Este último puede producir una reacción alérgica natural que irrite nuestras gargantas.

Evitaremos también el contacto directo con aquellas personas que presenten alguna infección reconocida de garganta, o que simplemente estén sintiendo dolor. Esto se debe a que la mayoría de las enfermedades de la garganta suelen ser contagiosas.