Champú para la caída del cabello. Los mejores champús para el cabello.

Champú para la caída del cabello. Los mejores champús para el cabello.

Las lociones y los champús (líquidos o en gel) son uno de los remedios más usados para prevenir o combatir la caída del pelo. La eficacia de este tipo de productos depende del principio activo de la composición y de su correcta administración.

Los champús, con componentes como el ketoconazol, han demostrado ser los mejores para combatir la pérdida del cabello. Es importante diferenciar este tipo de lociones de otros geles, que sólo poseen efectos revitalizantes y antiseborreicos sobre el pelo.

En primer término, es conveniente diferenciar los denominados champús anticaída de los que poseen efectos tratantes. Los primeros, por lo general, poseen sólo efectos revitalizantes y contra la seborrea o la caspa, ayudan a fortalecer el cabello, pero están exentos de componentes medicamentosos. Los segundos sí poseen medicamentos en su composición, destinados a neutralizar, por ejemplo, la acción de la DHT, una de las principales causas de la pérdida del cabello.

Dentro de los champús tratantes, destacan aquellos en cuya composición se halla presente el ketoconazol. Este medicamento posee, también, efectos antifungicidas y antiseborreicos. Como otros muchos champús de este tipo, contiene elementos tensoactivos y proteínas, que benefician y protegen el cuero cabelludo.

La acción del ketoconazol se ha demostrado tan eficaz como el minoxidil, otro principio que ha dado resultados altamente positivos. La combinación con finasteride multiplica la potencia de los efectos anticaída. El ketoconazol ha demostrado grandes resultados en tratamientos contra calvicies de origen genético, las más complicadas de tratar. Los resultados son efectivos a los seis meses. Suele aplicarse dos veces por semana y se presenta en gel o en champú líquido.

Los péptidos de timo son otros componentes habituales en los champús contra la alopecia. Estas sustancias realizan una limpieza profunda de los poros, favoreciendo, de esta manera, el crecimiento natural del cabello. Igualmente eficaz resulta el tricogen, que aporta espesor y vigor al pelo.

Cualquiera que sea el champú que empleemos, como tratamiento a nuestra caída de cabello, ha de tenerse en cuenta que sus efectos empezarán a notarse pasados unos días o semanas. Además, si deseamos resultados óptimos y duraderos debemos seguir el tratamiento con la regularidad que nos indique nuestro dermatólogo.

Otras sustancias, como el sulfuro de silenio, el sulfuro de cadmio, el azufre, el ácido salicílico o la piritiona de zinc sirven para combatir la caspa y la seborrea y ayudan a reducir la caída del cabello.

En cualquier caso, siempre debe someterse al paciente a un estudio individualizado, que esclarezca qué principio y qué champú es el más adecuado a las características particulares de cada persona.