Abdominoplastia con láser

Abdominoplastia con láser

La abdominoplastia laser cumple con el mismo objetivo que  la abdominoplastia que se hace a través de incisiones  el cual es eliminar el exceso de piel o de grasa en el abdomen,  pero ofrece el beneficio adicional de que al usar el laser se disminuyen las marcas derivadas de la intervención.

Esta cirugía tiene como propósito primordial el eliminar la piel o el tejido sobrante en el abdomen y es bastante popular entre mujeres que han tenido dramáticos cambios en su cuerpo tras dar a luz u hombres que desean el tan anhelado abdomen plano y firme.

 

Para llevar a cabo este procedimiento se requiere de anestesia general o  peridural, esto quiere decir que puede que el paciente esté totalmente dormido o parcialmente en la parte que va a ser operada. La intervención tiene una duración de  2 a 5 horas dependiendo de las características individuales de cada paciente se determinará el tiempo que este debe permanecer en el quirófano, pero en general tiene una duración mayor que la abdominoplastia tradicional que puede durar entre 1 a 3 horas.  

La incisión que se hace  tiene la misma ubicación que la de una abdominoplastia tradicional de lado a lado en la cadera sobre la zona del pubis, esto con el fin de que sea fácil de ocultar con la ropa interior o el vestido de baño.

En intervenciones con mayor grado de complejidad también se hace necesario el realizar una incisión en el ombligo para eliminar el exceso de piel o grasa en la parte superior de este para facilitar que la piel sea estirada, esto ocasiona que se tenga que hacer una reubicación del ombligo.

Los primeros días tras la cirugía  el paciente puede experimentar hinchazón y dolor en el abdomen pero esos síntomas disminuirán con el tiempo y los medicamentos recetados por el médico. La hospitalización dependerá de las características de cada caso pero usualmente no supera los 2 ó 3 días e incluso en algunos casos tan solo horas.

Es importante que el paciente conozca  los riesgos que puede tener esta intervención antes de proceder a realizarla, algunos de estos son: infección, sangrado de  la incisión, embolismo pulmonar, queloides, proceso de curación lento o la necesidad de una segunda intervención.

El láser que se emplea para realizar la abdominoplastia cuenta con la gran ventaja de no quemar la piel de forma tal que no se pueda regenerar e incluso ofrece la posibilidad de rejuvenecerla. Algunos de los láseres empleados en este tipo de cirugías son: Los CO2 fraccional, el Erbium Fraccional, el ND Yag, el Q Switch, el Dye Láser, el Erchonia, el Zerona y el LLLT Láser